El impacto de la minería y el petróleo en las comunidades Dominicanas: Transformando vidas

La sinergia entre la minería y las comunidades es clave para asegurar un impacto positivo sostenible. Esta relación colaborativa requiere un esfuerzo conjunto para abordar los desafíos y maximizar los beneficios. La confianza y la comunicación abierta son fundamentales para lograr una sinergia efectiva.

El sector minero en República Dominicana ha aceptado el desafío y actualmente diversas compañías impulsan iniciativas de bienestar social que incluyen campañas de vacunación, prevención de enfermedades y educación sanitaria, los cuales han tenido un impacto significativo en las comunidades mineras. 

De igual manera, las iniciativas educativas, como becas y apoyo a la educación, han permitido a los jóvenes de estas comunidades acceder a una mejor educación y, por ende, a mejores oportunidades en el futuro.

Si hablamos de iniciativas que contribuyen de manera integral a los hogares, es importante resaltar el proyecto “100.000 Pisos para Jugar”, una iniciativa de Hábitat para la Humanidad y la Federación Interamericana del Cemento (FICEM) con el objetivo es sustituir 100 mil pisos de tierra por concreto en viviendas vulnerables de toda Latinoamérica y el Caribe al 2028.

En República Dominicana la iniciativa se desarrolla entre la Asociación Dominicana de Productores de Cemento Portland (ADOCEM) y Habitat República Dominicana, cuya meta es lograr 10,000 cambios de pisos de tierra o en mal estado por piso de concreto al 2028.

Este esfuerzo que incluye donantes, entidades, gobierno, individuos y voluntarios que se han sumado,  ha logrado, a la fecha, 2,100 cambios de Pisos de tierra o en mal estado por pisos de concreto, mejorando significativamente la vida de muchas familias.

En ese sentido, la Corporación Minera Dominicana, a través de la Fundación CORMIDOM, organización desde donde se impulsan importantes proyectos de responsabilidad social minera, también realiza aportes para mejorar la calidad de las viviendas de las familias dominicanas.

Durante el primer semestre del 2024 la Fundación CORMIDOM realizó un aporte de $1,719,898.97 en materiales de construcción para la renovación de la iglesia de El Copey, beneficiando a 700 familias.

También un aporte de $3,651,244.56 en tuberías para la conexión del acueducto en Los Martínez,impactando a 1,500 personas.

Una de las empresas que más ha abrazado la importancia de la responsabilidad social minera es Marítima Dominicana (MARDOM), la cual centra sus esfuerzos en tres pilares clave: Educación, Salud y Medio Ambiente.

En su eje medioambioental, desarrolla el proyecto “Apoyo a la conservación ecológica de ecosistemas reguladores del flujo hídrico en la cuenca del río Haina” con el apoyo del Fondo Agua Santo Domingo (FASD). Este proyecto incluye la reforestación en zonas críticas utilizando sistemas agroforestales y especies nativas para mejorar la cobertura boscosa y el reabastecimiento hídrico de la cuenca, logrando la reforestación de 18.62 hectáreas con 20,964 plantas.

En colaboración con la institución ECORED, apadrinó la conservación del Guayacán, una planta nativa catalogada como Vulnerable (VU) por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como parte del Programa Misión Rescate: Lista Roja.

A través del Sendero Educativo en el Jardín Botánico Nacional, MARDOM creó un espacio para aprender sobre la evolución de las plantas endémicas desde los tiempos taínos hasta la actualidad. Este proyecto tiene como objetivo educar a la sociedad y, en especial, a los estudiantes.

Siguiendo la tendencia en cuanto al uso de energía limpia en la industria minera, la empresa cuenta con un panel fotovoltaico en la terminal de Haina, que genera más de 1 MW, cubre el 40% de nuestra demanda energética y alimenta la estación EVERGO con energía renovable. 

En adición a esto, en julio de 2024, inauguró, en alianza con EVERGO, la primera estación de carga para vehículos eléctricos en la zona logística de Haina, siendo los primeros en todo el país. 

A nivel educativo, realizan charlas de Sensibilización Ambiental a estudiantes, cursos de lenguaje de señas a colaboradores y programas de formación de voluntarios.

Definitivamente el sector minero en República Dominicana tiene el potencial de ser una fuerza transformadora en las comunidades locales.

Los casos de éxito en la sinergia minería-comunidad muestran que, cuando se logra un equilibrio adecuado, los beneficios son significativos y duraderos. No solo se mejora la calidad de vida de las comunidades, sino que también se asegura la sostenibilidad a largo plazo de las operaciones mineras.

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