Geociencias y serias amenazas climáticas

septiembre 18, 2017 10:13 am

Discutir las serias amenazas climáticas que penden sobre los sectores productores de bienes y servicios para la sociedad no debe ser un tema de discusión entre políticos, sino de discusión geocientífica, cuyas conclusiones sean asumidas por un liderazgo capaz de ver a las geociencias como herramientas que ayudan a proteger a una sociedad cada día más amenazada por incrementos de temperaturas, fruto de altas concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero y que han de producir, de manera alterna, prolongadas sequías, seguidas de prolongados períodos lluviosos, donde las sequías afectarán los acueductos que nos aportan el agua de consumo y los canales de riego que sustentan a la agricultura, y donde los posteriores períodos de vaguadas aportarán muchas lluvias que dañarán puentes y carreteras, mientras los períodos de tormentas y huracanes traerán vientos más poderosos y destructivos.

Quienes durante décadas nos hemos dedicado al estudio y a la aplicación de las geociencias para ayudar a entender y a viabilizar el mundo hemos estado planteando en la prensa, y disertando en foros nacionales e internacionales, y en la radio y en la televisión, sobre las amenazas climáticas que el ser humano ha construido con el uso intensivo de combustibles fósiles, cuyos gases residuales se concentran en la atmósfera e incrementan la temperatura externa de un planeta Tierra que al estar cada día más caliente facilita que en cada verano la superficie del mar genere más vapor que motoriza fenómenos convectivos que aumentan rápidamente sus fuerzas, suben de categoría, e impactan y destruyen núcleos urbanos, plantaciones agrícolas, zonas hoteleras costeras, vías de comunicación, plantas eléctricas y obras de toma de acueductos, dejando a la población temporalmente sin agua, sin energía y con pocos alimentos, reduciendo el flujo de turistas y creando grandes pérdidas económicas e incertidumbres que afectan nuestro crecimiento económico.

Algunos políticos, no familiarizados académicamente con los cimientos ni con los elementos estructurales de las geociencias se esfuerzan en presentar la minería como una gran amenaza, la realidad es que todavía no ven que una de las grandes amenazas a nuestra sociedad está en un clima cambiante que ya está generando fenómenos meteorológicos extremos capaces de golpear a países tan poderosos como Estados Unidos, donde los recientes huracanes Harvey e Irma han provocado estragos, y a países tan pobres como Haití, Cuba, San Maarten, Antigua y Barbuda, donde los vientos de Irma han dejado tierra arrasada, pues en cuestión de horas un poderoso huracán es capaz de destruir una economía que ha tomado años en fraguarse, y los que habitamos en el mar Caribe sabemos que es traumático volver a empezar a levantar la economía nacional y la economía personal después de un poderoso huracán tropical.

Es de todos conocido que el poderoso huracán Irma al acercarse a la costa norte, pasó más lejos de lo originalmente previsto por los modelos de trayectoria, lo cual representó un gran alivio para los dominicanos, sin embargo, hoy lunes, cuando apenas comienza la segunda semana posterior al huracán Irma y la tercera semana posterior a Harvey, ya estamos en preparativos preventivos por la cercanía del huracán María, cuya trayectoria le traería el próximo jueves muy cerca de la Rep. Dominicana, o peor aún, podría impactarla frontalmente, lo que indica que el país no ha tenido tiempo para respirar después del gran susto dejado por Irma, el más poderoso huracán jamás formado en aguas del Atlántico por alcanzar vientos máximos sostenidos de 298 kilómetros por hora.

Las autoridades saben que la mayoría de los pequeños y medianos productores agrícolas y pecuarios no están asegurados contra daños de la naturaleza, y que los bancos que les facilitan micro créditos no se lo exigen, como se hace en otros países latinoamericanos, y esto constituye un gran riesgo por excesiva confianza en que nada pasará, cuando debíamos saber que frente a las amenazas climáticas todos corremos el riesgo de ser afectados, y que quienes no estén debidamente asegurados contra daños de la naturaleza podrían ser los mayores perdedores, siendo necesario que en los análisis de créditos incorporemos los potenciales peligros de la naturaleza para determinar los niveles de riesgos a los que se expone la entidad crediticia, el productor no asegurado, el país, y la capacidad de resiliencia que podrían tener el país, la banca y los sectores productivos afectados, una vez que el fenómeno haya pasado. Es tiempo ya de que las autoridades aborden las amenazas climáticas con criterios geocientíficos para que puedan dimensionar lo que podría ocurrir y lo que debíamos hacer para proteger a ciudadanos, productores, y consumidores de bienes y servicios que sustentan una economía cuyo crecimiento sostenido debemos proteger.

FUENTE:
http://www.elcaribe.com.do/2017/09/18/geociencias-serias-amenazas-climaticas/

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